La piel es un material muy delicado y, por ello, es fundamental que la limpiemos y cuidemos adecuadamente. Así que, cuanto más los cuidemos, más aguantará. En este sentido, lo más importante es mantenerla hidratada con la periodicidad oportuna.
Por ello, te recomendamos realizar este proceso cada dos semanas aproximadamente. ¡No esperes a que se agrieten tus botas de cuero!
Recomendaciones para limpiar tus botas de cuero hombre
Uno de los problemas que suelen surgir al limpiar botas de cuero es que siempre terminamos manchándonos más de lo que nos gustaría. Por ello, hazlo en un lugar preparado previamente.
Qué bonitas son las botas de cuero y es que si compramos unas botas de piel de buena calidad, son unas aislantes perfectas del frío. Además, la piel hace que consigamos looks muy elegantes. Eso sí, si queremos mantener esa elegancia, es fundamental que sepamos cómo limpiar botas de cuero.
¡Descubramos cómo hacerlo en 3 sencillos pasos!
- Elimina la suciedad. Para ello, utiliza un paño seco o un cepillo de cerdas blandas para eliminar la mayoría y después con un paño húmedo, limpiar la superficie de la bota. Antes de continuar, tendremos que dejar que se sequen bien.
- ¡Hidratarlas! Para ello, necesitaremos una crema incolora y neutra o si necesitas reparar algún roce, usaremos una crema neutra del color de la piel del zapato que aplicaremos sobre ellas.
- Por último, frotaremos con un trapo de algodón o un cepillo con cerdas suaves por toda la bota hasta que recupere el brillo natural.
Y… ¿sabrías limpiar tus botas de serraje?
Sigue estos pasos y ya verás como zapatos de serraje quedarán siempre como nuevos:
- Dejarlo descansar unas horas para que se airee. Si el zapato se nos ha mojado, pondremos papel de periódico en el interior para que absorba toda la humedad y así evitamos que no se deforme. Déjalos secar alejados de cualquier otro foco de calor.
- Cepillarlos a diario siempre en la dirección del pelo.
- Aplica sprays especiales que los protegen e impermeabilizan de posibles manchas. Otra opción es aplicar un poquito de talco sobre la mancha y dejar que absorba la grasa. Después cepilla y listo.
- Y el truco de la abuela que nunca falla es frotarlos con un pañito ligeramente humedecido y cepillarlos con un cepillo de zapatos envuelto en una media vieja.
Y como broche final, cuando se termine la temporada y ya no los uses, guárdalos en bolsas de tela de algodón o simplemente envueltos en papel.
¿Qué te han parecido estos consejos? Esperemos que te hayan sido útiles y conserves tus botas de cuero Luisetti por mucho tiempo.
